Saturday, February 17, 2007

Encontrar el camino

15 febrero ‘07

A veces despierto de mi sueño y me siento perdido pues, no sé si estoy haciendo aquello para lo que estoy aquí. Intento analizar mi vida de la manera “tradicional”, ¿tengo personas alrededor que me quieren?, ¿tengo las cosas que necesito?, ¿soy feliz? Pero, ¿qué es ser feliz? Nadie nunca me lo ha enseñado.


Luego de mucho tiempo de intentar encontrar qué es la felicidad descubrí que ella no está en mí. Cuándo intento lograrla mediante el auto-amor: darme gustos, regalos y absolutamente todo capricho que mi cuerpo y mente desean, noté que mi ser es un barril sin fondo y entre más intentaba llenarlo de agasajos más desea sin llegar a llenarse siquiera parcialmente.


Tuve por ello, que recurrir a otros métodos, intenté la soledad, la abstinencia de amor, la introspección, el cultivo del ser y aunque todos esos aspectos ayudaron ninguno terminaba de llenarme.


Probé un día la entrega y pude ver que en ella mi cofre de felicidad poco a poco iba llenándose; empecé entonces a dar cada vez un poco más, a ofrecer mi amistad, mi hombro, mi mano, mis fuerzas y el conocimiento aunque limitado, que había logrado.


Encontré que las sonrisas de los otros develaban la mía, en su satisfacción mí corazón latía, en su paz mi tranquilidad y en su felicidad mi regocijo.


Pero algo faltaba, fue entonces cuando en dos acciones personales terminé por llenar mi cofre. Hallé lo que faltaba en el Perdón y la Comprensión – con ellos me libré de las cadenas que terminaban de atar mi felicidad y encontré que mi cofre ahora reboza con cada acción en lugar de vivir en una constante lucha por llenarse.


En tres palabras marqué el camino que transformó mi barril sin fondo a una copa eternamente rebozante: Compasión, Perdón y Comprensión.

Rodolfo Carrillo M.