Friday, May 01, 2015

Un día de ángeles

1 de mayo '15

Hoy fue un día de ángeles… un viaje muy entretenido, lleno de rincones hermosos y sorpresas medievales. Luego de mucho caminar tocó emprender el regreso… Mientras esperamos la hora en la estación; se cruza un ángel que escucho hablar sobre una otra estación de tren y "¡oh no! ¡estamos en la equivocada!". Confirmo lo sospechado y corremos a buscar como trasladarnos al lugar correcto. 

Aparece un segundo ángel que nota nuestro problema y nos pide un taxi con su celular para que intentemos llegar a tiempo para tomar el tren. 

Llega el taxi, le contamos nuestra situación al tercer ángel y este hace todo lo posible por llevarnos lo más rápido que puede a la estación. 

Llegamos, corremos pero, la puerta la acaban de cerrar… perdemos el tren… Sin reparo, vamos a la ventanilla, le contamos la historia al cuarto ángel, que además, dice mi compañera que tiene pinta de Santa Claus… y este dice: "me van a despedir por andar regalando billetes… pero, acá están para que se vayan en el siguiente tren (sin costo alguno)". Muy agradecidos vamos por un café a esperar el siguiente tren. 

Tomamos el tren y llegamos a la ciudad… nuestros caminos se separan y yo me dirijo a mi destino… tomo un tren que creo va a donde me estoy hospedando… ¡Sorpresa! no llega a donde yo necesito… bajo en una estación para intentar cambiar de tren. Espero, espero y espero pero, ningún tren se detiene… es tarde ya y he perdido el último tren… voy a buscar el metro pero, ya también está cerrado… Salgo de la estación y estoy en medio de la nada, en las afueras de la ciudad… la luces más cercanas están como a un kilómetro… ¿y ahora? 

Llamo a un amigo para que me ayude a llamar un taxi, porque ni eso tengo… Y surge el quinto ángel que decide venirme a buscar… 

¡Cómo es maravillosa la vida cuando nos mantenemos en paz y confiamos! Sano, salvo y agotado… me preparo para dormir… no sin antes agradecer a todos aquellos que hoy hicieron posible que llegara a esta cama que se siente tan bien. ¡Gracias!

Rodolfo Carrillo M.