Sunday, July 24, 2016

La vida no tiene ensayos…

24 de julio ‘16

Tras el telón, se pasea de un lugar a otro, sin rumbo, estira sus músculos un poco aunque ya está todo listo para su entrada en escena. Un sin fin de historias e ideas intentan pasearse por su mente pero, solo respira y este enjambre de pensamientos se desvanecen en la energía del momento. La música ya suena en su cabeza, su cuerpo ya siente el movimiento, anticipa el momento, entre silencio, órdenes y murmullos de fondo. Inhala y exhala, si se mirara, parecería ausente, tal vez lo está, en un estado más allá, tal vez entre dimensiones.

Nadie se atreve a acercarse, a interrumpir ese estado. Todo listo, inmóvil en el centro del escenario, en soledad absoluta y aún así en un estado pleno de unión y absorción. Silencio sepulcral, segundos para que el telón se abra, solo se escucha su respiración… empieza a abrirse espacio entre las telas, el sonido del metal deslizándose sobre el riel rompe el espacio y empiezan a descubrirse las tablas.

Una nota da la salida al momento, un poderoso rayo de luz deja al descubierto el cuerpo lleno de energía en el centro del escenario, listo para pintarlo con su movimiento. Ya no hay tiempo para pensar solo puede dejar salir todo lo que ha estado preso dentro de sí, para mostrarse en ese momento, en ese instante, ante ese público. No hay mañana, ni el ayer, solo ese instante… y todo su ser expresándose sin límite, recorriendo todo el espacio, transmitiendo lo que siente al compás de las notas que suenan y rellenan el aire.

El cuerpo se expresa hasta su límite… se desborda el corazón… la mente está anclada en el presente… El ambiente se ve impregnado con profundas sensaciones, todo testigo de esta expresión inevitablemente se conecta directamente profundamente, respira y vive cada gesto, paso y expresión. 

El cuerpo agotado… la música acaba… la respiración agitada… y lo único que queda es el sentimiento de haberlo dado todo en ese instante… pues no hay vuelta atrás, no hay posibilidad de corregir, ni de cambiar nada… fue lo que fue y nada más.

Solo lo pudo haber logrado con con la mente presente y el corazón abierto… sin importar cuantos ensayos tuvo, cuántas veces visualizó lo que iba a realizar, ese momento siempre es y será único… único como cada instante de la vida.

“La vida no tiene ensayos, así que decide vivir con el corazón abierto”.


Rodolfo Carrillo M.