Monday, January 02, 2017

De más a menos...

2 de enero ‘17

Mi dedo recorre la silueta de tu hombro,
dulce sentir de la suavidad de tu piel,
me recuerda el placer del caramelo.

Tus rojos labios apenas entre abiertos,
un solo suspiro desde lo profundo,
deseo de interiorizar el momento.

El suave calor de todo tu cuerpo
hace de este, nuestro lecho,
un hermoso nido de cielo.

Un cosquilleo en mi rostro,
resultado del dulce roce
de tu largo cabello.

Dos corazones latiendo
como una danza tribal,
a un ritmo intenso.

El centro del pecho,
completo, abierto,
profundo, lleno.

El canto de tu voz,
Tus palabras,
Tu aliento…

De más a menos,
solo resta,
silencio.


Rodolfo Carrillo M.

El Reencuentro

2 de enero ‘17

Empiezo el año sin resoluciones…
Pero entre una y otra forma de esquivar el silencio,
surge un profundo reencuentro
con lo que en algún momento movió mis canciones.

Hace algunos años perdí el gusto,
el placer de perderme entre sueños,
de sentarme a sentir, a desconectarme.
Parece tanto tiempo, varios lustros…

Tal vez siglos, tal vez vidas, tal vez días…
Pero me perdí en la vida o tal vez la muerte.
Dejé el gusto por enamorarme…
Por soñar, por imaginar, por creer en algo más.

Pero la poesía me reencontró…
Sí, porque ella lo encuentra a uno,
cuando la razón hace silencio
y se deja fluir apasionadamente el corazón.

Pero es que el sentir no sabe a donde ir,
Solo va… como cabeza de agua montaña abajo…
Y arrasa con todo lo que hay,
y solo se puede dejarlo ser, dejar fluir.

Brota así desde la profundidad de las entrañas
lo que sea que ahí se alojaba…
A veces fantasmas, a veces lágrimas, algunos sueños,
a ratos tristeza, por momentos anhelos, otras deseos,

a veces es un canto de gorrión
que vuela libre sobre un verde campo de girasoles.
A veces, el llanto amargo de un niño
que ha perdido la esperanza, que no cree en el mañana.

Pero es en la poesía, en el canto de las palabras,
donde encuentra campo fértil el corazón
para dejar ser lo que surge en él…
Para a veces olvidar, o simplemente dejar…

A veces, para lograr un profundo remembrar,
A veces, toma una esperanza y la decide alimentar,
A veces, simplemente necesita llorar…
Pero, a menudo encuentra en las palabras, la forma de Amar.

Es la poesía el canto de mi corazón…
El llanto que surge de lo más profundo…
La posibilidad que tengo de soñar…
La virtud que tengo para expresar…

Pero también es la conexión que tengo con enamorarme,
con volver a reencontrarme con la ilusión
de que hay algo más en la vida que el día a día,
y aunque sé que no… un tal vez, es suficiente para soñar.

Tal vez… solo por hoy… me lo puedo permitir.
Tal vez… solo por este momento… volveré a soñar.


Rodolfo Carrillo M.