25 Diciembre ‘07
Durante muchos años vagué por el mundo, con el sueño de conocer lugares exóticos y diferentes que enriquecieran mi ser, alimentarán mi conocimiento y llenaran mi alma. Siempre viajé con el anhelo de algún día regresar a casa, a mí país, a mí hogar. Cargué siempre con dos piezas de equipaje una de necesidades básicas y otra de recuerdos hermosos de casa.
Luego de más de un quinquenio sucedió, regresé a mi hogar con mucha ilusión de recuperar toda aquella calidez y cariño que extrañaba. Pero, no tardé mucho en darme cuenta que todos mis sueños, de alegría, mis sentimientos de pertenencia y mis añoranzas no eran más que eso.
Poco a poco el velo fue cayendo y con él toda posibilidad de hacer realidad aquello que había cargado en mi equipaje durante tantos años. Relaciones deterioradas, agresiones, resentimientos y mucho dolor eran lo que hoy reinaba las ruinas de lo que algún día fue mi castillo familiar.
Hoy, entre esas ruinas y mendigos de amor y cariño, me siento fuera de lugar. Hoy, entre tristezas y dolor, mi corazón se parte en pedacitos y surgen aquellos sentimientos de soledad y alieneación.
Soy un extraño en mi propia tierra, ya no la reconozco o no lo quiero hacer. Me siento en mundo ajeno. Hace muchos años partí de mi tierra queriendo regresar. Hoy, no estoy tan seguro que ese regreso lo sea pues, no es la misma tierra que dejé.
Aquellas cosas que creía tener, que atesoraba, que anhelaba reconquistar, no existen, el mundo me dejó huérfano de tierra, de familia, de historia.
Rodolfo Carrillo M.
Durante muchos años vagué por el mundo, con el sueño de conocer lugares exóticos y diferentes que enriquecieran mi ser, alimentarán mi conocimiento y llenaran mi alma. Siempre viajé con el anhelo de algún día regresar a casa, a mí país, a mí hogar. Cargué siempre con dos piezas de equipaje una de necesidades básicas y otra de recuerdos hermosos de casa.
Luego de más de un quinquenio sucedió, regresé a mi hogar con mucha ilusión de recuperar toda aquella calidez y cariño que extrañaba. Pero, no tardé mucho en darme cuenta que todos mis sueños, de alegría, mis sentimientos de pertenencia y mis añoranzas no eran más que eso.
Poco a poco el velo fue cayendo y con él toda posibilidad de hacer realidad aquello que había cargado en mi equipaje durante tantos años. Relaciones deterioradas, agresiones, resentimientos y mucho dolor eran lo que hoy reinaba las ruinas de lo que algún día fue mi castillo familiar.
Hoy, entre esas ruinas y mendigos de amor y cariño, me siento fuera de lugar. Hoy, entre tristezas y dolor, mi corazón se parte en pedacitos y surgen aquellos sentimientos de soledad y alieneación.
Soy un extraño en mi propia tierra, ya no la reconozco o no lo quiero hacer. Me siento en mundo ajeno. Hace muchos años partí de mi tierra queriendo regresar. Hoy, no estoy tan seguro que ese regreso lo sea pues, no es la misma tierra que dejé.
Aquellas cosas que creía tener, que atesoraba, que anhelaba reconquistar, no existen, el mundo me dejó huérfano de tierra, de familia, de historia.
Rodolfo Carrillo M.
2 comments:
Aprendi mucho
Anónimo,
Siempre tenemos la oportunidad de aprender de toda experiencia.
Doy gracias a la existencia por todo lo que he vivido y atesoro cada instante.
Doy gracias por haber amado y haber sido pues puedo seguir siendo.
También siempre aprendo mucho!
Gracias por la visita!
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