17 octubre ‘06
Es la tristeza parte de mis días, con la soledad y mis ardientes deseos de vivir otra vida en un mundo que comprenda y sienta compasión ante su hermano.
Cómo salir de esta oscuridad, de la sombra de las imágenes de rascacielos y apariencias que me impiden calentar el alma con los rayos de Sol.
Por qué siento que soy el único que no quiere ni logra conformarse con este mundo que gira a su alrededor, que ha perdido la sensibilidad, la calidez en el corazón y dulzura en sus palabras.
Y en esta diaria lucha por amar el mundo, me enredo en sus garras y me pierdo, generando comportamientos que no son naturales en mi, que no conozco y que rasgan mi alma. Que me alienan de mi ser, desprendiendo un el respiro del pulmón, la sangre del corazón y la paz del alma.
Sólo quiero poder entregar mi ser día tras día, que mi hermano sepa que puede confiar en mí, que trates mi alma con cariño y cuidado pues es más frágil que una muñeca de porcelana, y que entiendas que he cubierto mis manos con terciopelo para cuidar de la tuya.
No tengo duda que mi mayor dolor es el sufrimiento emocional – el tuyo, el de él, el de ella, el mío – pues mi corazón no sabe diferenciar ni ha logrado deshumanizar su razón de ser…
Hermano humano, tengo una mano tendida al aire intentando encontrar aquello que perdimos, o tal vez solo soñé.
Rodolfo Carrillo M.
Tuesday, October 17, 2006
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